El alquimista impaciente

Título: El alquimista impaciente  (El alquimista impaciente)

Autor: Lorenzo Silva

Editorial: Booket

Año de publicación: 2006

Número de páginas: 281

Precio: 7.95€

Sinopsis: Un cadáver desnudo, sin rastros de violencia, aparece atado a una cama en un motel de carretera. ¿Se trata de un crimen? El sargento Bevilacqua y su ayudante, la guardia Chamorro, reciben la orden de resolver el enigma. Juntos deberán llegar al lado oscuro e inconfesable de la víctima, a su sorprendente vida secreta, así como a las personas que la rodeaban, y desentrañar un complejo entramado de dinero e intereses que los llevará a varias ciudades. Pero la clave, como en la alquimia, está en la paciencia; la que necesitarán los investigadores y también la que les faltó, de uno y otro modo, a los personajes con los que se tropiezan en su búsqueda. Una novela de corte policíaco y gran calidad literaria que es mucho más que un relato de intriga, y en la que descubrir a la víctima es casi más importante que descubrir a su asesino.

Reseña: Rescaté esta novela de una tienda de segunda mano junto con un par de libros más de Stephen King y Mary Higgins Clark. La verdad es que salí muy emocionada, tenía ganas de enganchar por primera vez a Lorenzo Silva. Reconozco que me gustaría haber comenzado su pista con “La marca del meridiano”. Realmente no sé por qué. Simplemente me atraía el título y la sinopsis. Pero ahora os avanzo que me costará volver a coger un libro suyo, por lo menos una temporada. Aun así, me gustaría repetir para ver si mejora su lectura, pues ya hace años de este ejemplar.

Los agentes Bevilacqua (a partir de ahora Vila) y Chamorro son los protagonistas de este libro: dos valientes guardias civiles que han de resolver un crimen de lo más rebuscado. Se trata de un cadáver colocado de la manera más extraña sobre la cama de una habitación de un motel. Lo primero a indagar es si se trata de una muerte natural o, por el contrario, de un asesinato.

Le concedo a Silva que los hechos son muy rebuscados y el misterio está latente hasta la última página del libro. No creo que haya nadie capaz de asegurar quién es el asesino hasta que el misterio es revelado, ya que los sospechosos pueden ser varios.

Vila y Chamorro son compañeros que se complementan muy bien en la novela y que juntos hacen un equipo inmejorable. Su relación se basa en el respeto mutuo y pocas son las veces en las que Vila ha de mostrar su autoridad ante ella. Hay una novela anterior llamada “El lejano país de los estanques” en la que ya descubrimos a esta pareja y muchos otros más títulos en los que ellos son los protagonistas pero posteriores a “El alquimista impaciente”.

Ahora viene el destripe: Vila no me convenció, tampoco es que me cayera fatal, pero es un personaje que no me terminó de cuajar. Como jefe me parece que le falta cierta inteligencia, que sin Chamorro a su lado pocos casos serían resueltos. Y Chamorro, me parece misandrica.

Misándrica creo que es la palabra adecuada, si no es el término correcto me lo decís, porque no sabéis cómo me ha costado llegar a la conclusión de que el antónimo de Misógino podría ser ese. Con misándrica quiero decir que Chamorro aparentemente odia a los hombres, o esa sensación me ha dado a mí. Me parece que piensa que todo lo que hacen es para molestarla, porque no la valoran o para ofender a la mujer y creo que las cosas no son así de drásticas. Ese aspecto de Chamorro me ha molestado bastante. Quitando eso, la verdad es que la agente me cae bien y tiene una personalidad muy diferente a lo acostumbrado.

Seguimos: Silva hace trampas. Los malos son los de siempre y los buenos la gente de a pie. Pues en mi opinión los malos (que también) no sólo pueden ser los ricos y empresarios, todo aquel que pruebe el poder del dinero es fácilmente corruptible, como queda demostrado en el libro. ¿De verdad hace falta que esto siempre sea así? Además según tengo entendido Silva trabajó como abogado para una empresa o asesor fiscal de una firma multinacional. ¿Por qué ir en contra de ello? Aquí me diréis que es sólo un libro..etc.. y sí, tenéis razón, pero yo me siento así ahora mismo y eso es lo que os hago llegar.

El hecho de que sean guardias civiles me ha descolocado un poco, y aún no sé si para bien o para mal. Por una parte tengo la sensación de que me quieren vender la faceta buena de la guardia civil pero por otra no se si acaba de encajar con la realidad. Aún no lo tengo decidido.

La pequeña tensión sexual que existe entre los personajes casi no nos hace partícipe, quizás me hubiera gustado que nos hubiera contado más sobre ello. También parece que la relación profesional se va consolidando  y la verdad es que trabajan estupendamente juntos.

Me queda decir que el título no lo conoceremos hasta las últimas páginas, a través de la esposa del marido. Me ha gustado esa conclusión pero quizás Silva hubiera tenido que desarrollar un poco más el asunto para satisfacer nuestra completa curiosidad.

Dicho todo, puede que si leyera la primera parte de esta pareja de agentes empatizara más con ellos, y de verdad que espero que en los libros posteriores haya mejorado el asunto.

La novela tiene un argumento muy desarrollado y la trama es, sin duda, compleja, pero a mí no me ha conseguido convencer. Insisto en que quizás es cosa mía, y que volveré a probar esta pareja pero en un tiempo. La novela engancha pero no desde el primer momento.

Como algunos ya sabréis este es el libro ganador del Premio Nadal 2000. Por lo que me repito, a mí no me ha convencido, pero no digo que el libro sea malo y sin duda, a los lectores de novelas policíacas, les encantará. 

Valoración: 

Lo siento Lorenzo, reconozco que el argumento se las trae, pero no me ha convencido.